JUDIALIZACIÓN DE LAS ELECCIONES

01.02.2013 17:09

M.en C. MARÍA AZUCENA MEZA GÓMEZ

 

Desde unos años a la fecha se ha vuelto común que una vez acercándose los tiempos de campaña se desatan las persecuciones políticas por diversos delitos, desde el crimen organizado, peculado, robo, entre otros. Mi intención de ninguna manera es defender a quienes resultan acusados por dichos delitos, sino más bien, resaltar las acciones judiciales que se emprenden justamente en periodo electoral.

 

Lo anterior no significa que debamos tolerar el crimen, los delitos cometidos ni mucho menos solapar a aquellos sobre quiénes recaen dichas acciones ilícitas, pero si salta a la luz un silencio que inevitablemente levanta sospechas, durante todo el largo periodo que se antecede a las elecciones.

 

No pretendo que por el hecho mismo de encontrarnos en periodo electoral se dentengan las investigaciones o detenciones de cualquier índole, sobre todo en el ámbito político. Pero si cabe mencionar, que ultimamente se ha vuelto una práctica común, las detenciones solo en momentos de campaña.

 

Para citar un ejemplo reciente, tenemos las detenciones de los diez presidentes municipales de Michoacán y varios funcionarios, todos del PRD, justamente en período de elecciones, a todos se les vinculaba con el narcotráfico, al pasar las elecciones, no se les pudo encontrar nada, eso si, se les denigró, se les acusó y trato como culpables, antes de un juicio. Las investigaciones dejaron mucho que desear, lamentable pues tras una acusación de tal magnitud, priva en estos funcionarios una culpabilidad mediática.

 

Otro asunto también muy sonado fue el caso de Jorge Hank Rhon,  a quien se le acusó por su presunta posesión de armas de fuego. En esta detención elementos especiales del Ejército irrumpieron en la casa del ex-alcalde de Tijuana sin una orden de cateo, y que por cierto, en donde jamás vimos las armas. Esto fue en Junio del 2011, precisamente a unos días de celebrarse elecciones en diferentes Estados.

 

De forma sorpresiva nos llamó a todos la atención, como se está desarrollando en estos momentos el caso de Ángeles Dauahare, Ex- funcionario de la Defensa Nacional, nada más y nada menos que el segundo al mando, a quien el miércoles 9 de mayo se le vió participar en un foro sobre seguridad nacional realizado en San Luis Potosí convocado por la Fundación Colosio del PRI para el candidato presidencial Enrique Peña Nieto, y que curiosamente, a los días de este evento se le detiene por vínculos con el narcotráfico. Que por cierto, se le impidió a su abogado tomar protesta para iniciar su defensa, por lo que, se prosiguió con una defensa de oficio. Estas irregularidades, han puesto al descubierto fallas en el proceso desde su detención, hecho que ha dado margen a la violación de sus  garantías del debido proceso. 

 

En el caso del  Ex-gobernador  priista del Estado de Tamaulipas, que hasta hace unos días los Estados Unidos denunciaron que Yarrington recibió grandes cantidades de dinero por parte del narcotráfico, sin duda es un hecho lamentable, que afecta no solo al priismo sino a la clase política en general. Repito, este es un hecho lamentable, pero más lamentable me resulta, que Vicente Fox y Calderón, hayan estado en completo silencio. Es curioso que Tomás Yarringnton haya gobernado desde 1999 hasta 2004. Ahora resulta que durante 8 años más  guardaran completo silencio, donde abarcó tanto el gobierno de Fox y el de Calderón. ¿ Por qué hasta el 2012 ? ¿Por qué tuvieron que esperar 8 años? ¿Por qué la justicia mexicana estaba cegada durante tanto tiempo? ¿Por qué han sido los estadounidenses los que denunciaron?. Habría que separar dos cosas, por un lado, el hecho evidente de que existe una acusación y  tendrá Yarrington que deslindarsede de  responsabilidades  mediante un juicio, por otra parte, levanta serias sospechas el momento en que salen a la luz tales acusaciones, sobretodo por ese largo silencio en el que no se dijo nada.

 

Posterior a esta detención ha venido otra, la del Ex- gobernador Narciso Agúndez Montaño, a quien junto con su Ex- Secretario General de gobierno, Alfredo Porras Domínguez, se les acusa por el delito de Peculado. Dato curioso y de coincidencias, hace unos días a esta detención, se declaró a favor del  proyecto de Peña Nieto.

 

Lo anterior son solo algunas de las detenciones hechas  a funcionarios de gobierno que se producen únicamente en una periodo de campaña. Levanta serias sospechas sobre los verdaderos trasfondos en estas repentinas detenciones, todos han manifestado simpatías por el candidato de oposición que encabeza las encuestas, en este caso del PRI.

 

No quisiera pensar que Felipe Calderón se ha valido de la PGR, como instrumento para llevar a cabo todas estas detenciones. Esto no significa que las mismas deban solaparse, o que porque hay elecciones sean intocables. Más bien, es una cuestión de ardua labor de las instituciones, a fin de actuar conforme a derecho, no solamente en periodo electoral sino en todo momento.

 

Ahora si que los partidos políticos tienen una gran responsabilidad en la que  no solo se deslinden de sus correligionarios, sino que, desde el momento en que son nombrados como candidatos de su partido político, vayan de la mano en las acciones que emprendan.

 

Es preciso que también la institución como la PGR, no entre en esta dinámica electoral, donde sus acciones legales se vean empañas por su oportuna aparición en momentos de campaña. Pues los errores que, como institución comenten por los atropellados tiempos, como lo es no contar con las órdenes de cateo, no dejar nombrar un abogado particular, hacer acusaciones sin contar todavía con las pruebas y quedan libres luego de su detención, lso famosos testigos protegidos que no son otra cosa que delincuentes, y un sinnumero de artificios para legitimar las acciones de la PGR.

 

Con todo esto, crece entre los mexicanos un mal sabor hacia la clase política. Crece la desconfianza hacia los partidos y a los que nos gobiernan. No se abona en nada con meter a la carcel por unos cuantos meses o dias a quienes han infrigido, si es que lo hicieron. Despiera nuestra duda, despierta nuestra falta de confianza a nuestras instituciones, crece el malestar social hacia la clase política. Las elecciones se han convertido en una guerra sucia, en la que todo se vale, todo se justifica. Las campañas no reproducen ideas ni contrastes de gobierno para mejorar los planes de vida institucional y la de los mexicanos, solo se reproducen odios, rencores, fanatismos exacerbados.

 

En México, las marchas de los jóvenes se han convertido en blanco fácil para fortalecer las tesis de uno u otro candidato presidencial. La inocencia de un joven, la veo  interrumpida y manipulada por intereses perversos, que de manera sutil van sembrado la tesis del odio y rencor al pasado. Cuanto más odio y desprecio tengamos desde jovenes, seremos incapaces de producirnos como gente que proteste no por lo que ocurrió o lo que es o no es un personaje, sino por lo que podemos hacer desde nuestras voluntades jovenes, no contaminando con odio sino ennarbolando los valores que deseamos  para nuestro México,  RESPETO, LA TOLERANCIA, LA JUSTICIA, LA  PAZ, LA SEGURIDAD, EL ESTADO DE DERECHO, LA LIBRE MANIFESTACIÓN A NUESTRAS IDEAS, ENTRE OTROS NO MENOS IMPORTANTE.